Sinopsis: Tras pasar ocho meses en una institución mental por agredir al amante de su mujer, Pat (Bradley Cooper) vuelve con lo puesto a vivir en casa de sus padres (Robert De Niro y Jacki Weaver). Determinado a tener una actitud positiva y recuperar a su ex-mujer, el mundo de Pat se pone del revés cuando conoce a Tiffany (Jennifer Lawrence), una chica con ciertos problemas y no muy buena fama en el barrio. A pesar de su mutua desconfianza inicial, entre ellos pronto se desarrollará un vínculo muy especial que les ayudará a encontrar en sus vidas el lado bueno de las cosas.
En la adaptación de la novela de Matthew Quick de el 2008, Russell no sólo pretende contar la historia de Pat Solatano, un ex maestro suplente y marido engañado quien acaba de salir de ocho meses en una institución mental. La intención es clara para llevar al espectador a una estrecha identificación con la problemática, pero extrañamente mentalidad optimista de Pat. Al mismo tiempo, este conjunto de Laffer se las arregla para tener una visión más amplia de la recuperación del personaje, un viaje con la ayuda de manera significativa y bastante inesperado para sus amigos y familiares.
Volviendo a la casa de su familia en los suburbios de Filadelfia, Pat tranquiliza a sus padres con cautela apoyo (Robert De Niro y Jacki Weaver) que ya no necesita medicamentos, está en la mejor forma de su vida, y él está decidido a ganarse nuevamente a su esposa, Nikki, que le dejó todo el tiempo de su reclusión. Pero a pesar de su persistente creencia en las guarniciones de plata ("Excelsior" está gustaba repetir a sí mismo), no pasa mucho tiempo antes de que el trastorno bipolar de Pat, ya evidente en sus tendencias delirantes y la falta de algo parecido a un filtro verbal, comienza a reafirmarse con violencia en sí.
Porque la película es inmersa en un enfoque que tiene poco uso para la exposición directa, se toma un tiempo antes de que las razones de la crisis de la patente y la posterior orden de restricción en contra de Nikki puedan esclarecerse Casi al mismo tiempo, Pat entabla una insólita amistad con Tiffany una viuda abrasiva, de cabello oscuro, quien se describe como "zorra loca con un marido muerto", y al parecer el único residente del vecindario capaces de relacionarse con el "loco" local.
La tensión clave de la película es entre la negativa de la patente a intimar con una mujer, además de su esposa, y la determinación de Tiffany que le abren a nuevas experiencias, posibilidades y personas. Caer en sus brazos llorando de un minuto, la administración de una fuerte bofetada al siguiente, Tiffany es un elemento maravilloso inestable, Pat se atreve a juzgar a ella por sus propios errores del pasado, a pesar de que no tiene ningún reparo en cortar a través de sus defensas y atacar lo que ve o no ve en él.
La estructura ligeramente absurda de la película y la fascinación por protagonistas psicológicamente desequilibrados trae a la mente el más raro retorcimiento que que David O. Russell quiere llegar a proponer. Sin embargo, si "Silver Linings Playbook " es una cosa más suave que anteriores trabajos del director, ya que caer en el amor como una tarjeta tradicional bajo la apariencia de algo medianamente oscuro y más subversiva, no obstante cuenta con un nivel de encanto, el corazón y formales sofisticación cada vez más raro entre las comedias de estudio orientadas para adultos.
Si bien la disposición de la imagen para hacer o dar la luz de los trastornos de la patente puede dar un poco de pausa (en un momento dado, él y Tiffany vínculo sobre el que medicinas que tienen y no han tomado), no lo hace suave al llevar el viaje hacia inmersas circunstancias, y la técnica de Russell evoca lo extraño del estado mental del personaje, que uno llega a sentir simpatía al arrastrar por su experiencia y no colocado fuera de ella. Después aflojar un poco el asiento, la historia toma un giro sorprendente y estimulante en última instancia, como lineas bajas aparentemente decrecientes implican una competición al estilo de "So You Think You Can Dance" o lo que desgraciadamente en México conocimos como "Bailando por un Sueño" y la idolatría de su equipo deportivo favorito los Philadelphia Eagles, la trama envía al espectador a considerar un concurso de baile en una alta nota desenfadada y duramente ganada.
Al final Chris Tucker hizo una rara aparición y eficaz con mejores condiciones mentales, Weaver es una delicia caliente como su madre pacifista, y es difícil recordar la última vez que De Niro tuvo este esfuerzo entrañable y relajado en pantalla. La música de Danny Elfman y la banda sonora supervisada por Sue Jacobs tiene una función clave del gráfico que lleva compulsivamente a encontrar hilo dentro y fuera de la acción, que sirve siempre para reflejar los estados mentales y emocionales aumentados de Pat.
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