Hablar de la escena musical de
cualquier estado de la república mexicana, sería como numerar los interminables
granos de una playa del océano pacífico, entre tantos ídolos locales y batallas
a veces perdidas y a veces ganadas con el gusto auditivo de las 31 entidades
restantes sin mencionar al tan ya afamado y siempre concurrido en este aspecto…
el DF. Y más si nos enfocamos a un pequeño estado que está a su lado, y que
como un monstruo lo cobija con su sombra y la mayoría de las veces no lo deja
crecer, sobresalir o simplemente “salir a
la luz pública”.
Esto sin mencionar que hablamos
acerca de toda la música, es impensable tratar de enumerar como de nuestro bellísimo
Querétaro emigran miles de músicos hacia (lo que aquí llamaremos) “El Sueño Musical”. Que es un tipo de “sueño americano”, tal cual una persona
quiere ir a los estados unidos para alcanzar los sueños de riqueza, así mismo
nuestros músicos van al monstruoso DF a probar suerte ya sea con todo y su
banda o de simple solista.
Sin embargo, querer hacer un buen
concierto sin grupos de este majestuoso monstruo, al menos en Querétaro es… o
era. Impensable, totalmente fuera de toda lógica, es como decir que a un buen
chocolate caliente no se le ponga leche, simplemente anti natura.
Hace 3 años o un poco más
aproximadamente, 2 personas tuvieron una simple y gran pregunta que es… algo
extraño simplemente de pensarse: “¿Porque
traer gente que no es de aquí para poder hacer un buen concierto?”, es esta
simple pregunta que es inimaginable desde la concepción de la música fuera de
las grandes capitales, es la que da origen a un idea. Y si bien lo describe el
tan amable amigo diccionario “una idea es una imagen que existe o se halla en la mente”. Así que sigamos platicando de
nuestros dos pequeños individuos que tenían ya su imagen en la mente, imagina
este humilde escritor que esa imagen en la mente de nuestros protagonistas,
llena de enojo y entusiasmo a la vez, el poder concebirla dentro de un
concierto 100% queretano:
--Ya tenemos a los grandes músicos--
--y también tenemos a la gente deseosa de más--
Claro dos grandes respuestas a nuestra gran pregunta,
entonces en forma retórica podemos hacer nuestra idea de gran forma para para
lograr nuestro tan apreciado objetivo, que en este caso es un buen concierto. Y
así dar nacimiento a nuestro “ska de acá”,
he ahí una simple forma de llevar a cabo una buena idea, por el simple gusto de
hacerla.
Y henos aquí en un 2013 plagado de consecuencias negativas en
este país, y al saber que las ideas nunca mueren llegamos al volumen 3, que si
bien fue una idea en su principio, ahora convertida en realidad es más que una
obligación de cada año, un gran concierto, una muestra de que emigrar no
siempre es la solución, “ska de acá vol.
3”
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