¿Por qué nos gustan los conciertos?



salon de los trabajadores 2019


¿Por qué ir a un concierto? ¿Porque esforzarse y gastar dinero? Si muy fácil podrías escuchar la música en uno de esos programas de streaming tan famosos hoy en día.

Digo es complicado ir a un concierto, lo primero que tienes que hacer es conseguir el dinero para el boleto, ya sea trabajando que no siempre es fácil; si claro hay personas que les gusta lo que hacen y lo aman, pero hay otras que no que nada más trabajan por el dinero. En cualquiera de los casos trabajar es estresante y te desgasta.



Si no trabajas usualmente tienes que pedir prestado, ya sea a tus padres o algún familiar o a algún amigo, pero en algún momento tendrás que pagar ese boleto y si no es con dinero es con favores, y vaya que a veces los familiares se cargan la mano a la hora de cobrarse los favores, el tío que te trata de su chófer personal o la mamá que te trae de criada/o, afortunados aquellos que a los que no les cobran.

Ya consigues el dinero y al menos que comprarás un boleto vip de verdad lo más seguro es que te pases horas y horas parado, o apretado entre un mar de gente; buen esto antes de la pandemia, ahora no se cómo resulten las cosas. 

Y si no es un evento masivo o no conseguiste de boletos hasta abajo lo más seguro es que estés en un mini asiento, en esos que no cabes y tus glúteos, tu trasero llega a comunicarse con el trasero de el de alado, sientes como tus nalgas y las nalgas del otro se saludan de una manera complicada, de esas donde chocan las manos por arriba, por abajo, hacen movimientos de manos tan ridículos que haya parecen que tienen sagrados los huesos, esos saludos que no sabes si en verdad están haciendo una invocación no cualquier otra cosa.

Y claro, entre tanto trabajo, entre tanto saludo, entre tanto arrempuje te va a dar sed, y todos sabemos que adentro de los conciertos todo está bien pinche caro, que una cerveza de 80 a 110 varos, que unas papitas unos 60 caros, la verdad no sé porque compran esas cosas en los conciertos.



Y a parte de todo esto el hecho ya que todos sacan el celular para grabar el concierto, como para que?  Grabas el concierto y aparte que se ve lejos y muchas cabezas se escucha tremendamente mal, se escucha más el de alado que canta todos desafinado, que no se sabe la letra y corta a la mitad las frases. Y que? Acaso ven esos videos y se ponen a cantar? No seria mejor una foto y así podrías mas atención y disfrutarías mas? Es mas recordarías mas cosas si te dedicaras a disfrutar lo que esta pasando que a grabar.

Nos ha pasado de todo, nos a llovido y cancelado el concierto, caminado entre fuego, aventado piedras, bañado en orines y mil cosas más, pero no, no dejaremos de ir a los conciertos.



A pesar de las cosas malas que dije y que nos han pasado la verdad la diversión y la felicidad de ir a un concierto las supera por mucho. La verdad es que al principio exageré un poco de lo mal que te va en un concierto, y gastar dinero en ellos lo veo mas como una inversión, una inversión a mi felicidad. Sentir toda esa energía recorrer tu cuerpo al escuchar esa canción no tiene precio, todo ese esfuerzo y trabajo que le imprimieron los músicos se siente, cala hondo.

Un concierto siempre ha sido un acto social, ir y convivir con tus amigos y con cientos de personas afines a tus gustos, y como no también es convivir con el grupo o músico que esta en el escenario, el comparte algo de si mismo para que tu lo recibas.

Lamentablemente en estos momentos no se como podrán seguir los conciertos, como compensar esa falta de interactividad con las demás personas, con ese grupo en vivo ¿Serán suficientes los auto conciertos? ¿Los conciertos virtuales? ¿O los conciertos divididos en grupos de personas, con eso bastará? Dejo la pregunta en el aire.



Cada concierto al que fui fue una historia, donde el componente social es algo principal, como aquella vez que a un amigo se lo trago el slam, y solo lo vimos dando vueltas sin saber que pasaba; Aquel donde logras conocer a tu artista favorito, o conoces al amor de tu vida que nada mas la o lo ves en ese momento para jamas volver a saber de él; o aquel donde no pudiste entrar pero igual te la pasaste muy chido afuera con tus cuates, echando una chela y escuchando el bocinazo.

En estos momentos (agosto del 2020) el futuro de los cocniertos sigue siendo incierto, y habra que ver que nos depara el futuro.

Gracias por leer.





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