Ir al contenido principal
34 NOTAS PARA UNIVERSITARIOS MEXICANOS
- Las
grandes ofertas de trabajo jamás llegan de la forma que uno espera.
- La
vida laboral no es una escalera de meritocracia. No asciendes por ser el
“más inteligente” o el “más capaz”. Asciendes por eso y muchos otros
factores sociales-emocionales. Hasta que no los domines, no podrás acceder
a otros niveles.
- Las
conexiones más importantes para la vida profesional comienzan en la
universidad.
- La
universidad debe ser ante todo tu momento de explotar, de crecer mucho
más allá de lo académico.
- La
universidad es ese momento único de la vida donde te encuentras de forma
simultánea en plenitud física, emocional, sexual y mental. Más adelante
serás más fuerte, más maduro, mejor amante o estarás más concentrado. Pero
ya no podrás ser todas esas cosas al mismo tiempo.
- En
otras palabras, jamás volverás a ser tan sexy, rápido, listo y soñador
como en tu instante universitario. Es tu deber entonces explotar el
momento.
- Haz
cosas. La gente de alto desempeño, la gente genial, no contrata ni se
asocia con gente apática.
- Viaja.
- Jamás
lo dudes y siempre pon el buen sexo por delante de un examen o una tarea.
- Conoce
gente. De todo tipo. Pero conócela bien.
- Drógate. Emborráchate.
- Discute
tonterías. Lee filosofía.
- Platica
de todo y de nada.
- Descúbrete. Piérdete.
- Sé
rebelde. Sé sabio.
- Aprende
a ser una persona incómoda. La alternativa es ser un conformista. La
alternativa es ser un bien portado que no da lata.
- Los
bien portados que no dan lata siempre terminan haciendo lo que otros les
ordenan.
- ¿Y
las materias? ¿Y los exámenes? ¿Y lo que los maestros opinen? ¿Y lo que
mis papás piensen de mí? Bah.
- Tu
vida es tuya. No de tus maestros. No de tus papás. Si de todas las voces
en tu cabeza prestas más atención a las de otros que a la tuya, mereces
futuras piedras en tu camino.
- No
estoy diciendo que vayas, tomes un fusil y comiences a disparar como tonto
sin ninguna razón en especial (o por alguna razón que creas justa). Estoy
diciendo que tienes que hacer lo que quieres hacer.
- Poca,
muy poca gente hace lo que quiere hacer.
- Y
eso pasa porque nos acostumbran a seguir la ruta que todos recorren.
- Ventajas
de recorrer la misma ruta que todos los demás: seguridad, compañía y
tranquilidad. Nadie te juzga. Nadie voltea a verte.
- Cuando
recorres rutas distintas encontrarás personas que todo el mundo señala e
ideas que la mayoría del mundo teme.
- La
ruta típica del universitario de clase media en México es salir de la
pobreza con un trabajo que pague más de quince mil pesos al mes, comprar
un carrito, sacar una casita, formar una familia y
trabajar bastante duro para llegar al día de la jubilación y – entonces sí
– vivir tranquilo y gozar la vida.
- Que
eso de “ser feliz” hasta los sesenta y tantos años no vaya nunca con tu
estilo.
- ¿Qué
tal si por un par de minutos dudas de todo lo que consideras correcto?
- La
vida que todos te dicen que tienes que vivir no es la vida ideal para
desarrollar tu máximo potencial. Es fácil entender esto cuando ves que más
del cincuenta por ciento de personas de tu círculo inmediato viven
estresadas, tienen gastritis, están enfermas de diabetes o sufren la
constante angustia de que el dinero no les alcanza. El sistema está jodido
porque tu autoestima se va al suelo cuando no cumples a la perfección sus
parámetros. Si tus calificaciones no son sobresalientes, si no tienes un
trabajo en una gran compañía, si no traes un automóvil de envidia, no
vales la pena.
- Si
no crees en todo lo que te estoy diciendo, sal a la calle más transitada
de tu ciudad, ve a la plaza más popular y cuenta el número de personas que
van sonriendo. Que van relajadas.
- Ahora
cuenta el número de personas que van con el ceño fruncido, con el gesto
adusto, pegados a su celular vociferando instrucciones, escribiendo
mensajes dramáticos, corriendo.
- ¿Lo
ves? The fucking system is broken.
- Hay
que desarrollar la fortaleza para hacer cosas audaces, no la fortaleza
para sufrir. El mejor consejo de Maquiavelo para el príncipe.
- Deja
de ser el mexicano promedio que ha insertado en su ADN la fortaleza para
sufrir a niveles increíbles. Deja de ser el mexicano promedio que prefiere
padecer décadas en trabajos de mierda por miedo a perder un salario
estable de tres pesos, seguro social de mala calidad y una pensión de
risa. Deja de ser el mexicano promedio que vota por un sistema de gobierno
ineficiente y anticuado porque la televisión y la radio le indican cada
cierto número de años la importancia de la democracia y el deber de los
ciudadanos. Deja de ser el mexicano promedio que aplaude ideas tontas
y vive en relaciones amorosas imposibles porque “pues ya qué”, “así es la
cosa” y “está chido”. Deja de ser el mexicano promedio que usa las frases
“la cosa está dura”, “así no se puede”, “el gobierno nos tiene así”, “pues
qué se le va a hacer” y “pues ya ni modo”.
- Sé
audaz. Y selo ahora.
Comentarios
Publicar un comentario